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sábado, 11 de junio de 2011

PARA ANALIZAR, REFLEXIONAR Y REIRNOS, MAS INCONGRUENCIAS DEL SNTE, TODO LO CONTRARIO SUCEDE EN CAMPECHE: EXTRACTO DEL DISCURSO DE LA MAESTRA ELBA ESTHER GORDILLO MORALES EN LA PRESENTACION DE LA HISTORIA MINIMA DEL SNTE.


La posibilidad de hacer avanzar la democracia al seno del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación quedó atrapada en una compleja red de intereses.

La democracia está ahora en el centro de la discusión política. Es eje medular de la modernización del México contemporáneo. Estamos asistiendo a un movimiento generalizado de amplios sectores de la sociedad nacional que enarbolan demandas de reivindicación económica, social y política en una especie de interpelación de la sociedad civil al Estado.

Debemos mantener fortalecida la unidad de los trabajadores de la educación en el marco de la pluralidad, para contribuir en la modernización de las estructuras económicas y políticas del país.

Estamos frente a un reto sindical y político al mismo tiempo. Podemos avanzar mucho, pero también podemos no hacerlo. Todo estriba en construir una nueva voluntad colectiva. Transformar y democratizar significa proceder a cambiar formas obsoletas, atacando en el camino los problemas estructurales y coyunturales que nos han afectado. No podemos retornar ni estancarnos. Debemos proseguir.

El Sindicato somos todos los trabajadores de la educación. Es un patrimonio colectivo e histórico.
Es uno de los mejores instrumentos que la clase trabajadora ha creado para defender y mejorar el salario, las prestaciones y demás derechos laborales y profesionales.

En consecuencia, todos debemos opinar, deliberar y, sobretodo, decidir la estategia, las tácticas y métodos más eficaces para conseguir y establecer las demandas y objetivos a largo, mediano y corto plazos. La representación asume la responsabilidad de orientar y dirigir al Sindicato en sus diversas luchas; quien decide es la base.

Somos un Sindicato poderoso, pero no por ello prepotente. Debemos ser un Sindicato unido, pero no más pretendidamente uniforme. Debemos garantizar la autonomía e independencia sindicales, reconociendo que no estamos al margen de la sociedad y sus leyes. Debemos profundizar la democracia considerando, respetando y aceptando la pluralidad y libertad política e ideológica de quienes lo integramos.

Desde la escuela, el centro de trabajo, la delegación, la sección y en el conjunto sindical, a través de un proceso integral, los trabajadores de la educación elegirán libre y democráticamente a quienes garanticen sus intereses y aspiraciones, y les removerán cuando no lo hagan.

Por esto mismo, tendremos que revisar los procesos y métodos electorales y corregir lo necesario en los Estatutos, de tal suerte que no existan más asambleas irregulares ni selecciones "desde arriba", sino el pleno respeto a la voluntad y decisión de los trabajadores de la educación.

En mi opinión, no debemos reproducir en el interior de nuestro Sindicato la lucha que afuera libran las facciones por el poder político, sin que tal sea un obstáculo para que cada uno de los miembros de nuestra organización tenga la absoluta libertad de militar o no en las corrientes, tendencias o partidos políticos de su interés o preferencia.

De ninguna forma puede ser que la representación sindical en todos sus niveles sea motivo de negociaciones de carácter partidario. La presencia de un gran número de grupos al interior del Sindicato no atestigua por sí misma la existencia del pluralismo, sino sólo una no deseable tendencia a la fragmentación sindical.


FRATERNALMENTE
"POR LA EDUCACIÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO"
PROFRA. ELBA ESTHER GORDILLO
SECRETARIA GENERAL DEL CEN DEL SNTE
México, D.F., junio de 1989

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